sábado, 11 de septiembre de 2010


Que no se lleve el viento las palabras, las promesas, los sueños. Que no turbe la paz del alma el miedo, la soledad. Que no perdamos tiempo, que ganemos horas. Que miremos siempre adelante con los pies bien puestos en el presente. Que no olvidemos. Que abracemos mas, que bien amemos, que disfrutemos de la tormenta y la calma. Que no perdamos nunca la capacidad de asombro. Que nos aceptemos sin reproches, que nos amemos mirándonos a los ojos...los espejos del alma. Que seamos conscientes de los milagros de vida, que aceptemos la muerte y que confiemos en nuestro destino.

Esta es mi oración de hoy y por siempre.