Cada que volvemos a vernos y nos alejamos siempre logramos hacernos mas daño que la ultima vez, y yo vuelvo a pasar por todos los estados de animo que se viven en un duelo, primero no entiendo, luego pierdo la fe, luego lloro, luego me siento indiferente con todo, y al final me da coraje, te mando a chingar tu madre y me recupero.
Hoy fue ese día, el resto es como diría Sabines, me receto...tiempo, abstinencia y soledad. Tengo mi kit de olvido, buenos libros, planes, mucho trabajo y una familia hermosa. Volvió la fe, y me siento fuerte, no le tengo miedo al futuro.
Y hoy, hablando con mi mejor amiga en todo el mundo, si... tu, la única que lees mi blog, aparte de mi puertoriqueño favorito, volví a reír, cosa que no había hecho en toda la semana, y fue por el egoísmo de nuestra nostalgia, Yo dije.- No quiero que salga el sol, Tu.- Yo tampoco! Ya salio el maldito??? y me causo tanta gracia tu coraje contra el sol que amenazaba con volver el día feliz y brillante. La verdad aunque sea algo egoísta cuando estoy así, odio los días soleados porque me hacen sentir fuera de lugar, prefiero que como es adentro sea afuera.
Hablamos por algún rato de la vida, del alma y lo mucho que queremos tener problemas normales, como toda la gente...que si el dinero, el clima, la contaminación, el vandalismo, la inseguridad etc etc y no tener que estarnos preguntando cosas y sufriendo cosas del alma, como siempre, no llegamos a ninguna conclusión, pero fue agradable escucharte y desahogarme. Después de eso continué mi día normal de trabajo en la oficina un domingo cualquiera, y cuando salí...que maravillosa sorpresa!! estaba lloviendo y me reí euforicamente! (egoistamente) porque al menos Dios concedió algo de lo que le pido, de camino a la casa y feliz bajo la lluvia, abrí el quemacocos del carro, llegue por un café al starbucks y volví a mi, pensé en mi imbecil talon de aquiles y lo único que sentí fue coraje, coraje de mandarlo a chingar su madre de mis pensamientos.
Despues del angustioso daño emocional, fisicamente llegue deshecha, con un dolor de cabeza insoportable, que mi mama alivio con una limpia de romero y un abrazo, definitivamente...no hay nada mejor que casa...
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