Pensaste que hizo Esteban hoy? Lo extrañas? Te importa?

No. Respondí yo.
Y con la frialdad característica de la que ahora trae chongo de plumero y hace cuentas sin prestarme atención: pues es lo mismo, a el pendejo tampoco le importas, por eso no te llama, ni te busca. Es así de simple.

Después que eso saco dos o tres lágrimas de mis enormes ojos, hablamos un rato mas de lo mismo (la jodida situación en la que estamos) rodeadas de dulces, con un chingo de cosas que hacer y de música de fondo en el pinchisimo radio puras canciones tristonas y melosas ( lo peor para dos norteñas jodidas, que deberíamos estar escuchando otra cosa que nos de valor como para decir que chingue a su madre) llegamos a la misma conclusión o inconclusion...

Ahora va llegando Gildardo el de las piñatas y entre este pinche teclado que no coopera para que yo pueda escribir y todo lo demás, me he quedado sin palabras, pero sintiendo mucho.

En fin, hoy es un día mas o uno menos como lo queramos ver, y seguimos en las mismas.