jueves, 11 de marzo de 2010

La noche esta hermosa y al bajar del carro percibo el olor a azahares, ya comenzaron a florear los naranjos de mis vecinos, ya casi es primavera.

En días como hoy, tengo la certeza de que estamos siempre en el momento perfecto, aunque las cosas no siempre sean lo que imaginamos, no cabe duda que siempre estamos donde debemos estar.

Esta noche también descubro y me descubro mas yo, mas plena y completa, feliz.

Hubo una noche así en el ayer, una noche donde la libertad se siente en cada respiración, donde el alma es todo lo que hay, así, sin prejuicios, sin falsas caretas, sin nada. Aquella noche era azul claro, la luna iluminaba todo, el aire en la carretera olía a hierbas frescas, movía mi cabello y yo disfrutaba la caricia del viento, cerraba los ojos y era tan yo como hoy y todo se vuelve simple.

Escribo estas lineas con los ojos cerrados y vuelvo a sentir la libertad y esa felicidad que te da el saber que eres dueño de tu vida, de tus instantes a solas con tus pensamientos, con el mundo que hay dentro de ti.

En noches como hoy, soy tan consciente que no quiero regresar el tiempo, que no cambiaría este instante por ningún otro, sin arrepentimientos he amado y vivido tan intensamente como he querido.



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