No cabe duda que Miss India alegra mis domingos en la mañana, cuando me entran las dudas de ser quien soy y mi forma de pensar.
Y ahora después de que un puto zancudo me desconcentro y el pensar en un delicioso huevo estrallado de esos que hace Miss India y en la próxima celebración de los felices 31 y seguir en el msn con ella, no me queda nada que decir, solo que esto no se acaba hasta que se acaba y que vamos a la mitad de nuestro cuento favorito, el de nuestra vida...y todavía queda mucho por recorrer.
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