lunes, 6 de diciembre de 2010


Me quede pasmada al escucharte del otro lado del telefono, aparentabas una resignacion desganada y llena de dudas, sin embargo podia sentir todo tu dolor. Podia imaginar como se derrumbo un futuro, un sueño, y no pude decirte nada que te reconfortara. Que podia decirte, lo mucho que te quiero? que todo ira bien? que por algo pasan las cosas? frases que ahorita para ti suenan trilladas y sin sentido. Hubiera querido abrazarte y llorar contigo para que supieras que aqui estoy, que siempre estoy, aunque no este. Que no hubo un dia de tu semana de arraigo domiciliario que no pensara en ti y que no le pidiera a Dios que todo fuera mejor.

Ya sabes, escribo mejor de lo que hablo, y aun con eso puse en google: frases de aliento, estaba paralizada con un nudo en la garganta y el corazon maltrecho. Amarrada en la oficina, sin poder correr a verte y llorar sin decir nada, porque en estos momentos es mejor estar que decir, pero aqui estoy aun sin encontrar las palabras que puedan sanar tu corazon y darle paz a tu alma.

La Fe mueve montañas, dicen. Y yo quiero creer que si, y aunque en estos momentos lo que hay en ti son dudas y miedo, quiero que lo sueltes, que dejes ir esta experiencia, que te abandones en Dios y que confies. Dale tiempo al tiempo, y pronto muy pronto tendras tu sueño hecho realidad.

Se que no estas para que te pida nada, pero necesito que por esta vez no te culpes, recuerda que: todo pasa cuando y como debe pasar, en el proyecto divino no hay errores, abandonate en Dios, llora mucho, pero vuelve a levantarte siempre y cuantas veces sea necesario, porque de esto se trata la vida.

No hay comentarios: