Sucedio hoy, mientras transcurria la calurosa tarde y platicabamos como tantas veces Claudia y yo, hablando de todo y en momentos de nada... hablar con ella es como hablar conmigo cuando manejo sola hacia algun lado.
Sucedio mientas miraba piñatas, miraba la nada y miraba su vientre maravillada de la vida que ahora hay en el, como pasa el tiempo, lo que una vez fuera un sueño hoy es una realidad.

Entre la platica me di cuenta de que he vivido deseando que todo sea como yo quiero y cuando yo quiero, buscando asustada y en todas las relaciones a el hombre de mi vida, perdiendo el tiempo en el futuro y en el pasado, perdiéndome a mi en cada relación fallida.
De pronto, lo sentí. Percibí que no deseo nada, que no tengo miedo, que no estoy enamorada y que mi vida esta mejor que nunca. Me di cuenta que me estoy encontrando conmigo y en toda mi vida esto ha sido lo mas importante, la paz de saberme integra de nuevo. Miro hacia atrás y no me reconozco, vivía temerosa del futuro, de la vida y sin fe. Ahora, se que todo esta bien y que estará mejor, las partes de mi rompe cabezas al fin están juntas y yo, ahora mas consiente que nunca de mi misma y con la certeza de que solo basta desearlo para que el universo conspire en mi favor. Por primera vez en mucho tiempo, no siento la necesidad de una pareja, estoy segura de que llegara en el momento en que este lista, no siento el temor al futuro, estoy segura de que ahora lo construyo con cimientos firmes y en cuestiones de amor se muy bien que es lo que no quiero y para mi eso es un gran paso, se que tengo todo lo que necesito.

Me estoy recuperando y esta vez para siempre.